China muestra tecnología climática, pero se abstiene de hacer nuevas promesas en la cumbre de Brasil

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China está mostrando de manera destacada sus avances en energía limpia en la cumbre climática de la ONU en Brasil, pero guarda silencio sobre nuevos compromisos para reducir las emisiones o proporcionar ayuda financiera para la acción climática.

La presencia visible de China

El país tiene uno de los pabellones más grandes y céntricos de la cumbre, que atrae multitudes con exhibiciones de sus inversiones globales en proyectos de energía renovable: granjas solares, almacenamiento de baterías y líneas de transmisión en países como Arabia Saudita, Egipto y Brasil. China ya es líder mundial en electricidad generada por energía eólica y solar, y está exportando agresivamente esta tecnología junto con los vehículos eléctricos.

Diplomacia silenciosa a puertas cerradas

A pesar de su dominio tecnológico, China ha adoptado un enfoque cauteloso en las negociaciones. A diferencia de Estados Unidos bajo la administración Trump, que se retiró de las conversaciones sobre el clima, China no está dando un paso al frente para llenar el vacío de liderazgo. Ha evitado adoptar posturas firmes sobre la reducción del calentamiento global y se ha negado a hacer nuevas promesas para la reducción de gases de efecto invernadero.

Apoyo financiero limitado

China tampoco ha aumentado la ayuda financiera a las naciones en desarrollo que luchan por adaptarse al cambio climático o proteger los bosques tropicales amenazados. Los analistas sugieren que China está mostrando poco interés en asumir el liderazgo climático global en este momento.

El contexto más amplio importa : la renuencia de China podría deberse a prioridades económicas internas, su dependencia de la energía del carbón o una decisión estratégica para evitar comprometerse demasiado antes de que otros grandes emisores den un paso al frente. La falta de un liderazgo fuerte por parte de China plantea dudas sobre la eficacia de los resultados de la cumbre.

En conclusión, si bien China demuestra su destreza tecnológica en energía limpia, todavía no la está traduciendo en compromisos políticos concretos en la cumbre de la ONU. La situación pone de relieve una brecha crítica en el liderazgo climático global, lo que deja incierto el éxito de las conversaciones.