Durante décadas, escondida dentro de iglesias inglesas, una sorprendente fuente de datos climáticos ha pasado prácticamente desapercibida: los libros sobre afinación de órganos. Investigadores de la Universidad de Nottingham Trent han descubierto estos registros históricos, que revelan un aumento mensurable de las temperaturas dentro de los edificios de las iglesias durante el último medio siglo. Este descubrimiento destaca cómo incluso archivos aparentemente no relacionados pueden proporcionar información valiosa sobre los cambios ambientales a largo plazo.
La fuente de datos inesperada
Los afinadores de órganos, responsables de mantener la compleja mecánica de los órganos de tubos, tradicionalmente mantienen registros detallados de su trabajo. Estos libros suelen incluir notas sobre las condiciones ambientales, como la temperatura y la humedad, porque incluso las fluctuaciones más leves pueden afectar drásticamente la afinación de un instrumento. Como explica el investigador Andrew Knight, estos cuadernos son “minas de oro” de datos climáticos históricos, que en algunos casos abarcan décadas.
Los hallazgos: un calentamiento gradual
Un estudio reciente publicado en Buildings & Cities analizó registros de 18 libros de afinación de órganos en Londres, Nottinghamshire y Derbyshire, que datan de 1966. Los datos muestran una tendencia clara: las temperaturas promedio dentro de las iglesias han aumentado tanto durante los meses de invierno como de verano. Esto sugiere que los edificios se calientan hoy de manera más constante que en el pasado, pero también que se calientan incluso cuando los sistemas de calefacción están apagados.
Específicamente, la temperatura promedio de verano en las iglesias urbanas aumentó de 17,2°C a fines de la década de 1960 a 19,8°C en la década de 2020. Este cambio no es meramente anecdótico; es un cambio cuantificable en la temperatura ambiente.
Por qué los órganos son importantes para los estudios climáticos
La sensibilidad de los órganos a la temperatura y la humedad los convierte en un indicador único del cambio climático. Incluso un cambio de un grado Celsius puede alterar el tono de un órgano en 0,8 hercios. Esto significa que un instrumento afinado a 16°C sonará notablemente diferente cuando la temperatura suba a 20°C. El efecto es lo suficientemente significativo como para que los constructores y afinadores de órganos sean muy conscientes de ello.
Neil Macdonald, profesor de geografía de la Universidad de Liverpool, señala que se trata de una fuente completamente nueva de datos climáticos. Si bien factores como la ventilación también pueden influir en las temperaturas internas, la constante tendencia al calentamiento documentada en los libros de sintonización sugiere claramente cambios ambientales más amplios.
El impacto global
El desafío de mantener los órganos en sintonía ya es grave en climas cálidos como Nigeria, Malasia e India. El aumento de las temperaturas globales amenaza con exacerbar este problema, dificultando aún más el mantenimiento. Mientras tanto, los potentes sistemas de calefacción en las regiones más frías también pueden desafinar los instrumentos, agravando el problema.
Los investigadores esperan ampliar su análisis recopilando más libros sobre afinación de órganos, en particular discos más antiguos. Como enfatiza Yangang Xing, estos archivos aparentemente oscuros tienen un valor significativo para comprender las tendencias climáticas a largo plazo. El valor de estos libros de sintonización ahora está claro: son un registro histórico único y valioso del cambio climático.
