Por primera vez en la historia, los científicos están rastreando mariposas monarca individuales a lo largo de miles de kilómetros, desde el norte de Ontario hasta sus zonas de hibernación en el centro de México. Este avance, posible gracias a etiquetas de radio en miniatura alimentadas por energía solar, está preparado para revelar conocimientos críticos sobre las vidas poco comprendidas de los insectos migratorios, muchos de los cuales ahora están en pronunciado declive.
El salto tecnológico
La clave de este seguimiento sin precedentes es una pequeña etiqueta que pesa sólo 60 miligramos y cuesta 200 dólares. Los investigadores han implementado más de 400 etiquetas este año, monitoreando los viajes de las mariposas en tiempo real a través de una aplicación para teléfonos celulares desarrollada por Cellular Tracking Technologies, una empresa con sede en Nueva Jersey. Para ponerlo en perspectiva, cada monarca marcada lleva un peso equivalente a media pasa con tres granos de arroz crudos.
“No hay nada que no sea sorprendente en esto”, dice Cheryl Schultz, científica de mariposas de la Universidad Estatal de Washington. La capacidad de seguir los movimientos de estos insectos podría ser vital para revertir la disminución de su población, que ha visto una caída del 22% en la abundancia de mariposas en las últimas dos décadas.
Más allá de las pegatinas: una nueva era de seguimiento
El seguimiento tradicional de las monarcas se basaba en etiquetas adhesivas de baja tecnología, implementadas desde 1935. Si bien Monarch Watch, fundada por el Dr. Orley Taylor, etiqueta a más de 100.000 monarcas al año, menos del 1% se recupera en las colonias de invierno. Incluso cuando se recuperan, estas etiquetas sólo revelan el punto de partida de la mariposa, lo que deja el largo viaje en un misterio. Las nuevas etiquetas de radio llenan este vacío, proporcionando datos continuos sobre las rutas, comportamientos y desafíos de las mariposas.
Lo que revelan los datos
Los primeros hallazgos ya están remodelando nuestra comprensión de la migración de las monarcas. Los investigadores están descubriendo que el viaje es mucho más dramático de lo que se pensaba anteriormente, ya que muchas mariposas se desvían de su curso pero utilizan los fuertes músculos de sus alas y sus habilidades innatas de navegación para recuperarse.
“Ya podemos ver que muchas cosas que creíamos saber sobre cómo se mueven estos insectos son simplificaciones excesivas”, dice el Dr. Taylor.
Las monarcas navegan utilizando dos sistemas sofisticados: una brújula basada en el sol y una brújula magnética de respaldo que depende de la luz ultravioleta. Sin embargo, sigue siendo un misterio cómo localizan las mismas colonias aisladas año tras año. Las tasas de supervivencia son bajas: menos de una de cada cuatro monarcas completa el viaje, sucumbiendo a los vientos, los depredadores o el agotamiento.
El panorama general: una especie bajo estrés
La urgencia de esta investigación surge de la alarmante disminución de las poblaciones de monarca. Las colonias de invierno en México, que alguna vez sumaron cientos de millones en la década de 1990, ahora rara vez superan los 60 millones. La población de la costa oeste es aún más vulnerable: el invierno pasado se atendieron menos de 10.000 personas.
Los expertos atribuyen esta disminución a la influencia humana: el cambio climático reduce las fuentes de néctar, la deforestación amenaza a las colonias y el uso generalizado de herbicidas elimina el algodoncillo, el hábitat esencial de reproducción de las monarcas.
La empresa detrás de la revolución
Cellular Tracking Technologies, una empresa de 36 empleados que opera desde un hangar del aeropuerto de Nueva Jersey, ha sido pionera en el desarrollo de estos dispositivos de seguimiento en miniatura. Fundada por Michael Lanzone, la empresa ha pasado dos décadas perfeccionando la tecnología, que ahora se aplica a animales que van desde abejorros hasta elefantes marinos.
Primeros resultados: seguimiento de los éxitos
Las pruebas de campo comenzaron en septiembre, cuando investigadores canadienses marcaron 30 monarcas en Ontario. Los resultados fueron inmediatos: la aplicación mostró mariposas volando directamente a través del lago Erie y aterrizando en ciudades como Cleveland.
Una hembra marcada, denominada LPM021, ha volado más de 425 millas más allá de las colonias conocidas, hasta finales de noviembre. Otra monarca, JMU004, marcada en Virginia, completó el viaje a la colonia El Rosario en México, llegando apenas unas horas antes que un competidor de Kansas.
Qué sigue: permanecer en el juego
Si bien la “carrera” para rastrear a la primera monarca hasta México fue divertida, el verdadero objetivo es comprender el proceso migratorio completo. Los investigadores creen que los datos revelarán cómo las monarcas navegan, se adaptan a los desafíos y, en última instancia, sobreviven.
“No se trata de ganadores y perdedores”, dice el Dr. Brown. “Se trata de permanecer en el juego”. La nueva tecnología de seguimiento es un paso vital para garantizar que estos insectos icónicos sigan siendo parte de nuestro mundo para las generaciones venideras.
