Se ha prohibido temporalmente la exportación de una innovadora máquina de calcular, conocida como La Pascaline, después de que interviniera un tribunal francés. El instrumento, creado por Blaise Pascal, de 19 años, en 1642, estaba a punto de ser subastado por Christie’s por un valor estimado de 2 millones de euros (2,15 millones de dólares). La acción del tribunal se produjo tras un llamamiento urgente de científicos que argumentaban que el dispositivo es una parte vital del patrimonio científico de Francia.
Importancia histórica de La Pascaline
La Pascaline representa un momento crucial en la historia: el primer intento de automatizar el cálculo. Antes de esto, toda la aritmética se realizaba manualmente. El invento de Pascal, construido para facilitar el trabajo de recaudación de impuestos de su padre, utilizaba engranajes y diales para realizar sumas y restas mecánicamente. Esto era más que una simple conveniencia; Marcó el comienzo de la búsqueda para reemplazar el trabajo mental humano con máquinas, una tendencia que finalmente condujo a las computadoras modernas.
La disputa por las exportaciones
Christie’s había obtenido la autorización de exportación para el instrumento, que forma parte de la biblioteca de un coleccionista fallecido. Sin embargo, destacados científicos, incluido el premio Nobel Giorgio Parisi, argumentaron que La Pascaline debería ser designada “tesoro nacional” para evitar su eliminación de Francia. Los científicos publicaron un apasionado alegato en Le Monde, criticando al Estado por permitir la subasta en lugar de dar a las instituciones francesas la posibilidad de adquirir la máquina.
“Qué triste admisión de desinterés por nuestro patrimonio científico”. — Artículo de opinión de científicos, Le Monde
El centro del debate es si los artefactos culturales y tecnológicos deben comercializarse libremente o preservarse activamente dentro de su país de origen. Francia ya posee cinco de las ocho Pascalinas conocidas en colecciones públicas, pero los científicos insisten en que ésta es única y merece más estudio.
Qué significa esto
La suspensión provisional del tribunal indica una creciente conciencia de la necesidad de proteger tecnología de importancia histórica. El caso resalta la tensión entre propiedad privada y preservación pública, particularmente cuando se trata de artefactos que son fundamentales para campos modernos como la informática. El fallo final, que se espera para dentro de varios meses, sentará un precedente para futuras exportaciones de dichos artículos.
El resultado determinará si Francia prioriza su legado científico sobre los intereses financieros de los coleccionistas privados. Por ahora, La Pascaline permanece en Francia, un símbolo del papel pionero de la nación en la historia de la computación.


































